Hay un brote de pasión escondido entre mis labios y un suspiro. Ese que se desvanece en el aroma de un lirio conmovido, el que por un arrebato de locura anda perdido en un traje prolijo.
Hay un llamado secreto en esta predicción incierta, un anticipo a la travesía jamás contada, un acercamiento a la razón de una naturaleza apasionada.
Hay una travesura confesa entre el universo y una mente profesa.
Es la melodía de una lluvia de verano que suele morir entre mis manos.