sábado, 8 de marzo de 2014

Un tatuaje en el alma

Ven a tocar mi puerta, pintor de paradisíacos lugares, ven que quiero ofrecerte mi alma en donación. Quizá no te atrevas a dejar tus huellas sobre este ofrecido lienzo hasta que te diga que es por amor que la ofrendo. Quizá recién ahí te decidas a hacer un paisaje inmortal que me permita llevarte por dentro.
Cuando empieces, asegúrate que la luna nos acompañe en silencio y deje que escojas la penumbra y el resplandor del momento. Cuando empieces yo seré solo un bosquejo de tu corazón y tu reino empero cuando termines, dejarás un tatuaje en mí que me permitirá recordarte y más que eso. Oh querido mío, ojalá sepas dibujar el camino de regreso y aún la luna nos alumbre desde lejos.