jueves, 25 de diciembre de 2014

Cadencia de amor

Ay cadencia de amor,
cómo quisiera que no terminaras jamás,
y si por si acaso se durmiera el encanto,
siempre esperaría tu regreso al despertar.

Tal vez ahora no entiendas este silencio que se descubre,
pero te juro que es el desvelo de un corazón entregado,
entregado al intento de controlar el ritmo de amar,
que a veces no entiende el dónde, el cuándo y el tanto,
pero quiere ofrecerte una sonrisa casual.

Qué vanalidad el olvidar semejante oportunidad,
e imaginarnos sentados a ver el sol ocultar,
mientras las sombras hacen lo suyo
y quieren entretenernos con la penumbra que no les viene a mal

Ay cadencia de amor,
qué daría para que a ti llegara la verdad de mi palpitar,
y tuvieras entre las horas que corren sin parar,
un trozo de este cautivo y desvelado corazón.