miércoles, 27 de mayo de 2015

La consigna de amar


Todas las palabras se difuminan al cántico de la profecía, todos los relatos se pierden en la ironía, cada verso concae en la rima y en la armonía, mientras valga la pena esta vida. Realmente se estima el son de esa consigna que nos envuelve cada mañana como abrigo de nuestros días y suele guiarnos hacia la frontera de la sabiduría, enseñándonos por qué los te quiero hacen más bien que la rutina.
No hay modelo perfecto para entender tal dicha, depende no solo del que mira, sino del reflejo y la fotografía, esa del caminante por el sendero que se ilumina con el corazón sincero y en vigilia.
Hay refranes que hasta ahora no se terminan pero si anhelan parecerse a esta consigna de amar, ya las ideas no vagarán en un sin fin de posibilidades sino que serán la posibilidad misma.