viernes, 16 de septiembre de 2011

Para empezar…

Hoy construiste más de un castillo. Empezaste por los que rozaban con el cielo, de los que se apropian de las nubes más esponjosas y que son morada de aves migratorias. No olvidaste ningún detalle. Abriste ventanas en los sitios propicios y edificaste bellas escalinatas hasta torres misteriosas y estratégicamente apartadas.
Para empezar, reinaste en el cielo, cerca de las colinas y cumbres más elevadas, interviniendo entre los pensamientos más excelsos. Para empezar, desprendiste un rayo en las alturas.

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